Las joyas representan un status social de lujo total dependiendo de su tamaño y su kilataje o quilataje, aquí presentaremos los casos especiales que han sido un ejemplo de superación en técnicas de joyería y en elaboración de piezas únicas, de las que jamás en la vida se podrá ver una igual. El mercado de lujo es uno de los que más ha evolucionado durante los últimos años y aquí veremos una muestra de las piezas que han hecho que sus diseñadores sean mundialmente reconocidos. Así que es mejor sentarse, leer con atención porque las piezas y los precios que aquí mostraremos son de infarto.
Consta de 3 piezas, la piedra central pesa 14.23 quilates, las otras dos piezas pesan 1.73 y 1.67 para resaltar la belleza de las piedras las recubre oro rosa con oro blanco de 18 quilates. Su nombre proviene de su perfecto color rosa con la tonalidad correcta.
Proveniente de África del sur donde los diamantes azules son comúnmente minados, se esconde una historia llena de misterio para esta piedra, sin embargo fue vendida como anillo de compromiso con su peso neto de 13.22 Quilates y una cifra considerable de 23.8 millones de dólares, no cualquier persona sería capaz de obtener una pieza como esta.
Aunque sea un reloj, es una pieza que fue pensada más para joyería que para relojería, el mecanismo permite que se retiren 3 diamantes grandes para dejar ver la cara del reloj, sin embargo, el dial es casi invisible debido al brillo de los diamantes. En total contiene 874 diamantes de varios tamaños, el más grande de ellos pesa 15 quilates y es considerado como una de las piezas de joyería más cara del mundo entero.
Su nombre se origina por las dueñas herederas de esta gran pieza (Bárbara Hutton y Nina Mdivani). Es una de las piezas más caras de Cartier, tiene 27 cuentas de Jadeíta verde esmeralda y el toque final es un broche hecho con platino, oro con diamantes y oro con rubíes. No heredaron casi nada estas chicas.
Aunque parezca absurdo, después del brasier más caro del mundo hecho por victoria’s secret de 3 millones de dólares, este bikini es una pieza de joyería y de la más cara, este traje de baño hecho con diamantes de lo más puros pesa alrededor de 150 quilates, su creadora Susan Rosen dice que no hay límite para crear piezas de joyería. Ya que definitivamente no irías a la playa y mucho menos meterte al mar con él, ¿qué harías?
Este diamante azul con un peso de 9.75 quilates tenía una particularidad y es que los expertos creían que inicialmente su valor no superaría los 15 millones de dólares pero ese valor se vería más que duplicado con una cifra de 32.6 millones de dólares es decir que cada quilate costaría alrededor de 3.3 millones.
Inicialmente esta joya fue comprada por la colección privada de Harry Winston y fue revendido a un famoso coleccionista y joyero Laurence Graff que pagó la enorme suma de 46.2 millones de dólares por la que terminó siendo una de las piezas más caras de joyería. Acerca de su origen poco se sabe su peso es de 24.78 quilates, es decir que su precio por quilate es de 1.8 millones de dólares que no es una cifra tan exorbitante comparada con el diamante Zoe que cuesta casi el doble por quilate.
En los años 80’s este valioso diamante fue olvidado entre escombros por un derrumbe que sucedió en un edificio hasta que fue descubierto por una niña en el Congo, dicen también que fue un milagro que se haya encontrado porque todo el mundo lo daba por perdido, ahora este diamante de 407 quilates (el incomparable) hace parte de un conjunto de diamantes de 230 quilates que adornan al diamante principal.
Perteneciente a la colección de Laurence Graff este diamante es único en su especie. El concepto de estrella viene de comparar una persona normal con un actor de Hollywood en cuanto a fama y fortuna. Este diamante ovalado de 59.6 quilates fue cortado de un brillante en bruto de 132.5 quilates que fue minado en África, su tamaño y su calidad superan indudablemente a todos los diamantes de todas las colecciones del mundo menos a uno.
La joya más costosa del mundo no podría nada más y nada menos que un diamante, pero no es cualquier diamante. Se dice que estaba incrustado en las coronas austriaca y bávara, su peso era de 35.56 quilates. En 2008 el famoso joyero Laurence Graff compró la gema, la modificó y realizó uno de los mayores negocios de su vida, vendiéndose en nada más y en nada menos que 80 millones de dólares a un miembro de la familia real de Qatar.
Estas piezas sin duda son únicas en el mundo, siempre es bueno saber que existen cosas que nos sorprenden cada día más y eso es lo bueno de la vida, dejarse sorprender.